La decisión del gobierno de la Comunidad de Madrid de retirar su proyecto para privatizar seis hospitales, incluyendo el nuevo hospital de Villalba, y la dimisión del polémico consejero Fernández-Lasquetty son grandes victorias para la marea blanca y para los ciudadandos que se han movilizado de forma masiva en los últimos dos años en toda la región. El objetivo del plan fue privatizar la parte más rentable de la sanidad, los hospitales de nivel medio que tendrían un flujo garantizado de pacientes pero que siempre podrían derivar los casos más costosos a los hospitales públicos de referencia (Milagros Pérez Oliva, El País 28/01/14). Así se crearía un negocio seguro para empresas afines al PP donde trabajan ex-consejeros como Lamela y Guelmes (los dos imputados por irregularidades en el proceso de privatización: más información). En el futuro, todavía habrá una larga lucha para evitar la privatización de muchos centros de salud y para reversar la "externalización de servicios" en muchas áreas de la sanidad. Sin embargo, en opinión de Entorno Escorial es un momento para celebrar una gran victoria de la sociedad civil sobre las contrareformas neoliberales.
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