GRAN ÉXITO DE LA MARCHA A EL CAMPILLO Y MONESTERIO

Mas de doscientas personas participaron el domingo 11 de noviembre en una marcha a El Campillo y Monesterio organizada por los grupos Correcaminos, Entorno Escorial y la Sociedad Caminera del Real de Manzanares.

A pesar del viento gélido del norte, un poco de granizo, mucho barro y unos charcos muy grandes, los caminantes hicieron el recorrido desde la Casa de la Cultura de El Escorial, o desde la rotonda del hospital al palacio en ruinas de Monesterio en la cuarta marcha reivindicativa desde el año 2005.

Al entrar en el camino público que pasa por el conjunto medieval de El Campillo se hizo una parada para comentar los objetivos de la marcha. Un portavoz del grupo Correcaminos explicó la larga lucha de los años 80 y 90 para mantener el camino público en El Campillo que los dueños pretendían cerrar. Luego comentó que las tres asociaciones convocantes habían denunciado la propiedad por el reciente semi-cierre de una puerta que impide el acceso de gente con bicicletas y carritos de niños.

Acto seguido un miembro de Entorno Escorial comentó los otros objetivos de la marcha: protestar por el abandono escandaloso del emblemático palacio de Monesterio, pedir un Plan de Especial Protección para el Territorio Histórico y rechazar los planes especulativos del consistorio sanlorentino en la zona; el último plan general urbanístico pretende reclasificar más de 300 hectáreas de suelo rústico de gran valor ambiental a suelo urbanizable, crear otro gran polígono comercial (ya está aprobado el macro centro comercial Miravalle) y construir 850 casas. Después el integrante de Entorno Escorial hizo un breve esbozo histórico en que comentó que los desahucios de Felipe II de los pueblos de Monesterio y Campillo en el año 1596 fueron mucho más benignos que las actuales brutalidades que cometen los bancos todos los días en pleno siglo XXI.

En resumen, la marcha pareció una metáfora de lo que está pasando en España. Un pueblo que, en vez de quedarse en su casa y aceptar lo que está pasando, acude de forma masiva a una marcha reivindicativa para protestar por los abusos de los grandes propietarios y la desidia de las administraciones públicas. La marcha envió un mensaje muy claro a los políticos locales que fomentan la especulación urbanística, que cierran los ojos a los abusos y que dejan que el patrimonio histórico español se caiga a trozos. Queremos un país donde se respete lo público; queremos un país donde podemos andar libremente por nuestros caminos públicos; queremos un país que valora y protege su patrimonio histórico y natural. Y no vamos a descansar hasta que consigamos esto.

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