El domingo 24 de julio, un reducido pero intrépido grupo de personas fuimos a regar los árboles autóctonos de la plantación popular en el Monte Abantos, promovida desde el año 2004 por los grupos locales ARBA Sierra Guadarrama, Correcaminos y Entorno Escorial en la zona quemada durante el gran incendio del 1999.
Se decidió hace dos años que era imposible tratar la plantación como un jardín y que se iba a regar solamente de forma puntual a los melojos, fresnos, cerezos, endrinos, maíllos, saúcos, espinos, majuelos y encinas cuando sufrían de forma especial. Y este año, a pesar de o quizás por la gran cantidad de lluvia que hemos tenido, han sufrido más de lo normal debido a la sequía estacional de verano. Se han secado muchos robles melojo en la zona de solana y algunos saúcos al borde del Arroyo de la Cruz.
Sin embargo, el panorama no es del todo negro y hay una zona de melojos, debajo de la carretera, que va muy bien y ya hay varios fresnos, majuelos y encinas que hemos plantado y que alcanzan hasta dos metros y no necesitan apoyo. La jornada fue complicada por la cantidad de maleza, especialmente zarzas, que dificultaba la localización de los árboles y dañaba las piernas de los regantes y también por varios avisperos alojados en los protectores de los árboles, cuyos habitantes picaron a tres de los regantes.
A pesar del todo, terminamos la jornada con buen ánimo después de encontrar bastantes árboles “perdidos” y con la determinación de seguir con nuestro proyecto de replantación de árboles autóctonos que fomentan la fauna local y que resisten mejor el fuego que los pinos, algo que las administraciones locales han dejado de hacer hace un par de años.
En algún sentido, la plantación popular de Abantos es una metáfora de la lucha que tienen los grupos escurialenses en contra del urbanismo y especulación en la zona y la degradación del medio natural de nuestros municipios, El Escorial y San Lorenzo de El Escorial; aunque tengamos que enfrentarnos con los avisperos de los especuladores y la maleza que crece dentro de las administraciones y aunque mueran algunos árboles, vamos a seguir adelante. No hay otro camino.
El día 20 de agosto vamos a celebrar un acto sobre la fauna de Abantos y las amenazas a su biodiversidad en el duodécimo aniversario del gran incendio que arrasó 450 hectáreas de bosque.
