ENTORNO ESCORIAL SE OPONE A LA CONSTRUCCIÓN DE UN TEMPLO EN SUELO RÚSTICO DE GRAN VALOR AMBIENTAL


La construcción de la iglesia abriría la veda para la expansión del municipio hacia el sureste

1 de mayo: Hace dos días saltó la noticia de que el Arzobispo Rouco Varela había aprobado la construcción de una “capilla provisional” de la asociación “Reparadores de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores” en la dehesa del Prado Nuevo en El Escorial y que los técnicos del Ayuntamiento estaban estudiando la solicitud presentada. Sin entrar en comentarios sobre la polémica secta marianista, Entorno Escorial se opone rotundamente a la construcción de cualquier edificio en esta parcela, que es una fresneda de gran valor ambiental. 


La propia situación de la parcela tiene también su importancia, al  quedar fuera de la carretera de circunvalación al sureste del caso urbano de El Escorial. La construcción de un edificio allí crearía un peligroso precedente, ya que podría dar pie a más construcciones en la zona. En 1993 el Consistorio negoció un convenio con los antiguos propietarios de varias parcelas en la zona para construir 400 viviendas nuevas entre la variante de la carretera y la Av. Fresneda, una calle del casco urbano colindante a la finca matriz, fraccionada por la construcción de esa variante entre rotondas en el año 1991. Según Mariano Rodriguez, alcalde socialista entre 1991 y 1995,  "en la parcela del Prado Nuevo se establecía  unos usos deportivos, turísticos y culturales que fuesen compatibles con la naturaleza del suelo" (ver comentarios abajo). En opinión de Mariano Rodríguez, actual concejal de Acción Plural en El Escorial, una capilla en Prado Nuevo sería totalmente incompatible con cualquier uso turístico: "¿Cabe encajar en un uso rústico la presencia masiva de personas que esquilman y roturan el suelo?" pregunta el concejal. 

Otro factor importante que hay que tener en cuenta es el impacto paisajístico que originaría cualquier edificación ya que la finca del Prado Nuevo es colindante a los jardines de La Granjilla, o parque de La Fresneda, diseñados por el primer arquitecto del Monasterio de El Escorial, Juan Bautista de Toledo. Los jardines renacentistas  de La Granjilla reúnen numerosos elementos ornamentales, como fuentes mitológicas, juegos de agua, laberintos vegetales, cenadores de estilo clasicista, islas artificiales, celosías y pasillos de verdor.

Finalmente, es importante mencionar que esta solicitud para construir  en suelo rústico llega en un contexto de expansión de la villa de El Escorial sin precedentes en su historia, con la construcción actual del Ensanche; un proyecto con 517 viviendas, un centro comercial y una zona para hoteles. El Ayuntamiento también tiene en proyecto construir un campo de golf en El Tomillar, aparte de la construcción de muchos bloques aprobados hace tiempo. En opinión del grupo ecologista Entorno Escorial, el Ayuntamiento de El Escorial no parece haberse dado cuenta de que se ha acabado la burbuja inmobiliaria, que los precios de las casas están en caída libre, y que sobran casas en nuestro municipio.

3 comentarios:

Mariano dijo...

Hay alguna imprecisión o error en el artículo del que Entorno se acaba de hacer eco. Lo dicho a vuelapluma tras 20 años, fiandose uno de la memoria y en una conversación telefónica, puede ocasionar estas cosas. No es que el convenio no esté en vigor, sino que no se ha aplicado. En este momento aún no he podido documentarme bien para hacer presentes cosas de ese tiempo, más allá de lo que permite el propio archivo de las neuronas en datos concretos detalles y matices. Las viviendas se previeron entre la variante de la carretera y la Av. Fresneda, una calle del casco urbano colindante a la finca matriz, fraccionada por la construcción de esa variante entre rotondas en el año 1991, no en la finca de Prado Nuevo, tal y como se la conoce hoy. En ésta se establecía una franja de protección de la vecina Fresneda, y unos usos deportivos, turísticos y culturales que fuesen compatibles con la naturaleza del suelo, habiendo de estar la edificación potencial, muy limitada en parametros urbanísticos (volumen, superficie, altura, etc.) y estríctamente vinculada a esos usos. Está claro que el posterior desarrollo del convenio concretaría esos aspectos en la normativa urbanística y que en aquellos momentos iniciales sólo se trataba de marcar unas bases que limitasen esas concreciones futuras para evitar un sobredimensionamiento ulterior de lo antes previsto, que era ínfimo. También se pensó en posibilidades de usos más cercanos (o muy identificables) a lo estrictamente rústico, como la utilización dela zona de cota más elevada de la finca como mirador natural con señalización y paneles informativos del paraje, fauna y flora, observatorio de aves, sendas, pistas rústicas de mantenimiento físico. Bueno, pudimos estar equivocados, que siempre es una posibilidad; sin embargo, nos dió por pensar que las 68 Has. de superficie (Prado Nuevo, Prado de las Calles y Prado Río) que se cederían al municipio eran una oportunidad para éste, sin detenernos en que quizá mentes más sagaces estuviesen tomándonos el pelo y preparando futuras maniobras, en ciernes ya, o dobles ventas inmediatas, o cambios de usos de instalaciones agropecuarias por naves para rezos y recaudación de 'óbolos'. ¿Puede una capilla constituir un uso turístico? ¿Cabe encajar en un uso rústico la presencia masiva de personas que esquilman y roturan el suelo? Estaré en condiciones de ser más preciso en cuanto me haga con papeles...

Entorno Escorial dijo...

Gracias por la aclaración Mariano. Te citamos de un artículo que salió en El País ayer. Esperamos tus datos.

Entorno Escorial dijo...

Ya hemos corregido la entrada.